Fue un día fuera de lo común en
el que desperté cansado, una vez más oyendo los quejidos de mi madre, no hay
forma de complacerle y entender que desea ella de mí, nos acompañamos el uno al
otro en esta pequeña casa desolada y desierta.
Desde bebe fui criado de forma severa y estricta, todos los días tenía que salir muy temprano al bosque a ganar el sustento del hogar, mama sufre de esquizofrenia y demencia, siempre tengo que estar al tanto de ella, cuidándola de que no se haga daño, de que no se escape o se lastime
Desde bebe fui criado de forma severa y estricta, todos los días tenía que salir muy temprano al bosque a ganar el sustento del hogar, mama sufre de esquizofrenia y demencia, siempre tengo que estar al tanto de ella, cuidándola de que no se haga daño, de que no se escape o se lastime
En varias ocasiones ha huido de la casa, intentando
escapar de las voces que la persiguen, pasó varias semanas perdida en el bosque
escuchando voces, sombras y sonidos que le susurraban en todo momento, ¨bruja
no vas a salir de aquí¨, ¨nadie te está buscando¨, ¨estás loca y pronto vas a
morir¨, ¨estas sola, no vas a encontrar la salida¨, ella discutía con las
voces, intentaba atacarlas con sus garras, palos y gritos, con todo lo que podía
se defendía.
Yo en medio de las sombras,
escondido, buscando en todos los bosques a mama, estaba tan preocupado, con
muchos miedos, y muy hambriento, a pesar de todo lo que me maltrata, ella es la
única persona que tengo de compañía y ahora no la tenía.
Cuando por fin la escuche aullar, mi corazón se alegró, corrí por las sombras sin ningún temor porque tenía la esperanza de hallarla, abrazarla y siempre cuidarla, a pesar de cómo es conmigo en el fondo sé que es su forma de demostrarme que me ama y que dio todo por mí a diferencia de ese lobo patán que la abandono en aquella piedra en plena tormenta, con un lobito en brazos.
Cuando por fin la escuche aullar, mi corazón se alegró, corrí por las sombras sin ningún temor porque tenía la esperanza de hallarla, abrazarla y siempre cuidarla, a pesar de cómo es conmigo en el fondo sé que es su forma de demostrarme que me ama y que dio todo por mí a diferencia de ese lobo patán que la abandono en aquella piedra en plena tormenta, con un lobito en brazos.
Siempre intento amanecer con una
sonrisa, pensando en que pronto todo estará bien, me duele ver que mi viejita
este tan mal, por eso desde que la rescate, la cuido día y noche, no cierro mis
ojos ni un segundo mirando su maniática sonrisa diciéndome tantas cosas lindas
¨porque no te morís¨, ¨ándate como tu papá, que yo nací sola y soy feliz sola¨,
¨que es asco esta sopa tan fría y amarga¨, algunas son tan cursis que ni
siquiera puedo contarlas, el solo pensarlas me causa un nudo en la garganta y
se me humedecen los ojos.
Esta mañana amaneció con ganas de
comer chancho, así que me dijo que fuera al bosque rustico a traerle uno de esos
chanchos que siempre cantan, rondan por allí jugando, yo ya los he visto, son
tres hermanitos que siempre andan haciendo travesuras y construyendo cosas, son
de familia acomodada, siempre andan bien vestidos, hablan de una forma muy
culta y caminan muy derechos como saludando al sol.
Yo nunca he sido una persona envidiosa pero imaginarme la idea de tener mucha comida, desperdiciarla y ensuciarme en el lodo de un lado al otro, nunca me ha parecido oportuno.
Yo nunca he sido una persona envidiosa pero imaginarme la idea de tener mucha comida, desperdiciarla y ensuciarme en el lodo de un lado al otro, nunca me ha parecido oportuno.
Cuando
llegue iba con toda la furia de los insultos de mi madre de que no podría, que
era un lobo débil, cobarde y miedoso como mi padre, tome todas mis fuerzas, me
acerque a ellos con una mirada ruda y penetrante, seguro de que me comería a
los tres, que se los llevaría a mamá como trofeo y que se sentiría orgullosa de
mi.
Entonces vi la primera casa de paja, me pareció más sencillo simplemente soplarla y asustar al chancho, cuando la sople el salió corriendo asustado a la casa del hermano, la segunda casa la había construido de madera, al parecer no tengo la suficiente fuerza como para derrotar y derrumbar esta casa de madera con un soplo, así que comencé a aullar tan fuerte y a golpear con todas mis fuerzas la casa para sacar a los chanchos, ¡y la derribe!.
Entonces vi la primera casa de paja, me pareció más sencillo simplemente soplarla y asustar al chancho, cuando la sople el salió corriendo asustado a la casa del hermano, la segunda casa la había construido de madera, al parecer no tengo la suficiente fuerza como para derrotar y derrumbar esta casa de madera con un soplo, así que comencé a aullar tan fuerte y a golpear con todas mis fuerzas la casa para sacar a los chanchos, ¡y la derribe!.
Mi
corazón latía tan rápido y cada vez estaba más cerca de lograr mi plan, pero
los chanchitos huyeron a la casa del tercero cerdito, esta vez la estrategia de
las casas anteriores no funciono, esta era de ladrillo, intente golpearla,
gritar, patalear y nada, así que vi una chimenea en lo alto de la casa, escale
un árbol que había junto a ella, entre para capturarlos, cuando llegue adentro
todo era oscuro, y había mucho humo, de repente sentí un ardor caliente y
profundo por todo mi cuerpo, los puerquitos estaban esperando mi llegada para mojarme
y ahuyentarme con agua caliente, así que tuve que huir.
De
camino a casa no podía evitar sentirme avergonzado, triste y frustrado, había
estado tan cerca de poder sorprender a mamá, de que por fin me dijera el buen
trabajo que había hecho, que me abrazara, poder sentir que al fin tendríamos
comida para varios meses y pensé por un momento esa casa tan linda, de piedra
podía ser nuestra, pero simplemente no paso, al llegar a casa me encontré con
la misma loca, regañona y esquizofrénica de mi madre, cuanto desearía que me
diera aunque sea una mínima muestra de cariño, que me dijera te amo...
Pero
bueno no hay remedio, no queda más que seguir viviendo, y poder amanecer un día
más sonriendo a gritos.
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